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Cuando la violencia de género migra a los entornos digitales

Cuando la violencia de género migra a los entornos digitales

24 de noviembre 2025 - 16.40 hs.

Mañana 25 de noviembre recordamos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Hoy, uno de los desafíos más urgentes es comprender cómo la violencia de género va cambiando y ampliado sus escenarios: ya no ocurre solo en la intimidad del hogar o en espacios públicos, sino también en el mundo digital.

La Lic. Liz Aguiar  experta en salud mental del IPS Ingavi  menciona que a medida que la vida social, laboral, académica y afectiva se traslada a entornos virtuales, también lo hacen las agresiones. Las mujeres, especialmente adolescentes y jóvenes, se encuentran expuestas a formas contemporáneas de maltrato que dejan huellas profundas en la salud mental.

¿Actualmente estas nuevas formas de violencia digital de género están a un clic de distancia Lic. Aguiar?
Si es así mismo con difusión no consentida de imágenes íntimas por ejemplo mas conocida como pornografía no consentida, esto puede provocar: humillación, miedo, sensación de pérdida total de control, ansiedad persistente, aislamiento social, riesgo de depresión y autolesiones.

Otra forma seria el acoso y hostigamiento en redes sociales con mensajes intimidantes, amenazas, insultos, persecución digital; esto genera efectos psicológicos tales como: estrés crónico, hipervigilancia, insomnio, temor a interactuar socialmente, desplome de la autoestima.

El robo de identidad y suplantación donde se crean perfiles falsos para manipular, estafar o dañar reputación; esto genera un Impacto emocional tales como: shock, sensación de vulnerabilidad extrema, desconfianza generalizada.

Existen tantas formas de violencia de genero  donde y hasta existe una vigilancia digital o “cibercontrol” revisar redes, contraseñas, ubicación o mensajes. Es una forma de control emocional disfrazada de “interés”; genera efectos, tales como: pérdida de autonomía, ansiedad, dependencia emocional, confusión y culpa.

Aguiar asegura que esto produce huellas invisibles, dolor profundo con daños que muchas mujeres sufren en silencio ya que la violencia digital puede ocurrir sin contacto físico, pero genera secuelas igual de devastadoras. 

¿Cómo detectamos?

  • Ansiedad generalizada o ataques de pánico
  • Depresión moderada o severa
  • Disociación y entumecimiento emocional
  • Sentimientos intensos de vergüenza y culpa
  • Aislamiento social y retraimiento
  • Pérdida de confianza en sí mismas
  • Alteraciones del sueño y alimentación
  • Ideas de autodesvalorización o desesperanza

Lo más complejo es que la violencia digital tiene un efecto amplificado: La audiencia es ilimitada, el contenido no desaparece, la víctima no tiene “un espacio seguro” y puede ser atacada en cualquier momento desde cualquier dispositivo.

Hoy en día las adolescentes y jóvenes crecen en un mundo donde su identidad digital vale tanto como la física. Navegan entre presiones estéticas, validación social, algoritmos que comparan, y micro machismos disfrazados de humor.

Muchas veces:

  • Minimiza el acoso (“es normal, pasa en redes”).
  • Sienten culpa por lo que les hacen (“no debí mandar esa foto”).
  • Creen que no tienen derecho a pedir ayuda.
  • Se exponen para encajar o por miedo a perder vínculos.

Esta naturalización es un riesgo que profundiza la violencia y el daño emocional.

¿Cómo puede encarar la mujer este tipo de violencia?
Nombrar la violencia lo que no se nombra, no se puede enfrentar. No es “drama”, no es “celos lindos”, no es “problema de pareja”. Es violencia.

  • Poner límites digitales Cambiar contraseñas; activar verificación en dos pasos; no compartir ubicación; revisar permisos de aplicaciones; configurar privacidad de perfiles.
  • Documentar todo lo ocurrido Screenshots, fechas, mensajes, enlaces. Es clave para realizar denuncias, tanto legales como en plataformas.
  • Buscar redes de apoyo Conversarlo con una amiga, familia, profesional o institución ayuda a romper el aislamiento.                 
  • No borrar contenido antes de denuncia La evidencia digital es fundamental.

En este mes naranja debemos recordar que la violencia no define quién es la mujer, sino quién es el agresor. Y cuidar especialmente el autoestima poner límites, evitar la culpa, el miedo la regulación emocional y el  vínculo afectivo.

En este Día Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer recordamos que la violencia de género muta, evoluciona y se digitaliza, pero también puede ser enfrentada con herramientas psicológicas, apoyo comunitario y políticas claras. Defender a las mujeres en los espacios físicos y digitales es una responsabilidad colectiva. Acompañarlas, creerles y contenerlas emocionalmente es una obligación ética.

Porque una mujer segura, acompañada y escuchada no solo se defiende a sí misma, sino que transforma generaciones enteras.