A pesar de los grandes esfuerzos realizados por la comunidad médica para aumentar los trasplantes muchos pacientes debido a la pérdida de la función depurativa de sus riñones deben someterse a un tratamiento que haga las veces de los riñones. Existen más de 200 substancias tóxicas que se acumulan en pacientes con insuficiencia renal crónica.
En el mundo la cantidad de pacientes en diálisis va en constante aumento y se duplica cada diez años. Nuestro país no es la excepción y debido al avance implacable de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial y glomerulonefritis crónicas la cantidad de enfermos renales que requieren de este tratamiento aumenta en forma constante.
Existen dos modalidades de diálisis. La hemodiálisis en donde la técnica consiste en limpiar la sangre de los pacientes al hacerla pasar por unas máquinas especiales que se encuentran en clínicas y hospitales para el efecto. La sesión de hemodiálisis por lo regular dura unas cuatro horas y se debe realizar tres veces por semana. Por lo general lunes, miércoles y viernes o martes, jueves y sábados. Los efectos secundarios más frecuentes son la hipotensión o descenso de la presión arterial, náuseas y calambres. Los pacientes pueden ver televisión, escuchar música o leer mientras dura el tratamiento. Los que lo deseen también pueden tomar algún alimento ligero o merienda.
La segunda modalidad es la diálisis peritoneal, en esta técnica, la limpieza de la sangre se hace a través de la infusión de un líquido especial dentro del abdomen, a través de un catéter previamente colocado para el efecto. La cantidad de líquido a infundir es por lo regular alrededor de dos litros y debe permanecer varias horas en el cuerpo. Generalmente este proceso llamado intercambio se realiza 4 veces por día todos los días, sea por el paciente o un familiar adiestrado para el efecto. El tratamiento se realiza en el domicilio del paciente y éstos sólo deben asistir a un control mensual o bimensual con el médico tratante. Reciben mensualmente los insumos necesarios en sus hogares, no importa dónde estos estén.
Los pacientes asegurados del Instituto de Previsión Social disponen desde el año 2005 las dos modalidades de tratamiento. Antes se tenía como única alternativa la hemodiálisis. Por lo general se recomienda la diálisis peritoneal en niños, adultos mayores, diabéticos y pacientes con cardiopatías severas. A la población joven y adulta que se encuentra trabajando se les recomienda por lo general la hemodiálisis. En la elección son tomadas en cuenta las condiciones clínicas del paciente, sus preferencias y ubicación del domicilio.
Existen unos 250 pacientes que están con tratamiento por hemodiálisis en el Hospital Central distribuidos en 4 turnos durante las 24 horas cada día, de lunes a sábados. Unos 300 pacientes reciben tratamiento en clínicas privadas con las cuales el IPS tiene contrato. Esto se realiza a través de un protocolo de derivación que se gestiona en la Jefatura del Servicio de Nefrología y Trasplante Renal que se ubica en el Pabellón IV planta baja del Hospital Central. A este mismo régimen pueden acceder pacientes que residan en Ciudad del Este, Coronel Oviedo o Encarnación.
En la actualidad existen más de 50 pacientes en el programa de diálisis peritoneal esparcidos en toda nuestra geografía.