El cáncer de piel es una serie de enfermedades de tipo tumoral que se originan en la piel por los diferentes tipos de células que la componen y existe un número amplio de tumores: melanoma, epitelioma espinocelular y epitelioma basocelular.
Los signos de alarma del cáncer de piel son aquellos lunares que son unas manchas pigmentadas que aparecen sobre la piel. En el adulto se encuentran alrededor de 20-25 manchas pigmentadas en el cuerpo. Sólo una pequeña parte de ellas estaban ya presente en el nacimiento, la mayoría se desarrollan a lo largo de la vida.
Su número depende de factores hereditarios, de las exposiciones al sol y de ciertos factores que la favorecen, como el embarazo.
De ahí la trascendencia de llevar como hábito de vida el uso de protector solar incluso en temporada invernal y con días nublados.
“Es muy importante poder hacer un diagnóstico precoz para concientizar a la gente para hacer un tratamiento precoz porque el cáncer de piel es un cáncer que si se detecta a tiempo es 100% curable”, señaló la Dra. Vania Diez Pérez, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Central del Instituto de Previsión Social.
Se destaca la importancia de la protección solar sobre todo a nivel de la infancia porque cuando se tienen hábitos antes de los 4 años de vida esos hábitos se llevan para toda la vida.
Agregó “si logramos convencer a los padres que sus hijos desde pequeñitos se deben proteger con un protector solar de forma diaria eso ya llevan para toda la vida porque es muy difícil convencer a un adolescente o a un adulto de un hábito que nunca llevó”.
La radiación ultravioleta cada vez es más dañina como consecuencia de la contaminación que produce el adelgazamiento de la capa de ozono, entonces, llegan a la tierra radiaciones ultravioletas que son las que cambian el ADN de las células y las mismas van mutando se transforman en células tumorales y es lo que genera el cáncer de piel.
La mayor radiación ultravioleta, es decir, el 80% que recibimos a lo largo de nuestra vida la recibimos antes de los 18 años de edad debido a la mayor exposición al aire libre. De ahí la importancia de concienciar sobre la protección solar ya desde la infancia.
En las consultas de dermatología se detectan más casos de cáncer de piel sobre todo en adultos mayores quienes trabajaron siempre expuestos al aire libre sobre todo al sol por su actividad laboral como albañiles, agricultores, entre otros.
