

¿Alguna vez has olido la chipa recién horneada y has recordado a tu madre o abuela? ¿O tal vez has olido el fuego del brasero y te ha recordado un viaje al interior?
Así como dice la letrra de la canción de Néstor Ló "ahechaga´u nde rembiú pe nde locro pupú ko'ãga ahetu", el sentido del olfato es, sin duda, nuestro mayor aliado para hacer frente al mundo que nos rodea. Nos sirve para relacionarnos con el medio. Los olores nos alertan, nos hacen huir o atacar, nos conectan con momentos de nuestro pasado y nos hacen revivir sentimientos y emociones. Cuando nacemos, lo primero que hacemos es seguir el rastro de la leche materna. Y, gracias a él, somos capaces de relajarnos solo con oler a nuestra madre.
Hoy la Dra. Verónica Fleitas Neuróloga de la Policlínica IPS Ingavi nos habla sobre los aromas dentro del ámbito de la neurología de aquellos impulsos olfativos que no se limitan solo a la memoria, sino que también pueden extenderse a las emociones. Los recuerdos desencadenan emociones subconscientes, un fenómeno que se produce en el ámbito del olfato explica la profesional.
Estas estructuras cerebrales participan en la gestión de emociones, la consolidación de recuerdos y la regulación de funciones como el sueño o el apetito. La especialista subraya que el olfato tiene un “acceso privilegiado” a las memorias autobiográficas, lo que explica su impacto en el ánimo, la percepción del dolor y la calidad del descanso.
¿Alguna vez has olido la chipa recién horneada y has recordado un recuerdo de tu infancia? ¿O tal vez has olido el fuego del brasero y te ha recordado un viaje al interior?
Los receptores olfativos en la nariz envían señales a través de las células neuronales hasta el bulbo olfatorio y, posteriormente, a áreas cerebrales como el hipocampo y el sistema límbico, que están asociadas con las emociones y la memoria.
En neurología y neurociencias aplicadas, cada vez se estudia más cómo los estímulos olfativos influyen en la calidad de vida:
- Reducen la percepción de estrés.
- Mejoran la concentración y el estado de alerta.
- Favorecen la evocación de recuerdos positivos en personas mayores.
Los aromas no solo “huelen bien” tienen el poder de dialogar directamente con nuestro cerebro emocional. Desde la neurología entendemos que este vínculo no es casual, sino resultado de una conexión neurobiológica única. Aprovechar los aromas y disfruta en la vida cotidiana es abrir una puerta sencilla y natural hacia el equilibrio emocional y el bienestar finaliza la profesional.