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Suicidio: "Una tragedia prevenible"

Datos en Paraguay, señales de alarma y cómo actuar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el suicidio como el acto de quitarse deliberadamente la vida. Se considera un problema de salud pública que ocurre en todas las regiones del mundo, especialmente en países de ingresos bajos y medios.

El eslogan oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio para el Día Mundial de la Prevención del Suicidio que se conmemora cada 10 de septiembre y da pie a la campaña Setiembre Amarillo es "Cambiar la narrativa sobre el suicidio".

Busca fomentar un cambio profundo en cómo se habla del suicidio, combatiendo estigmas, mitos  y pretende por sobre  todo fomentar  una conversación más abierta y empática.  Este  eslogan no sólo inspira iniciativas de sensibilización, sino que también impulsa la integración de políticas públicas,  el acceso a la atención de calidad y  de manera  oportuna,  reconociendo la importancia de las  redes de apoyo.  

"Como parte y miembro del Instituto de Previsión Social,    nos  adherimos   a todas las  acciones  de  promoción y concientización  sobre actitudes  saludables en los  diferentes entornos, que  promuevan no solamente la  salud   física, mental   sino  integral, de todos  sus beneficiarios como de la ciudadanía  en general", mencionó la Lic. Wilma Sosa, psicóloga clínica del Centro de Salud Mental del IPS.

Situación en Paraguay: cifras y tendencias
Se registraron 5.527 muertes por suicidio de adultos entre 2004-2022, en edades entre 18 y 98 años. Un 76,77 % eran hombres y la franja de edad más frecuente fue entre los 18-30 años. En Capital (Asunción) 829 muertes; en Central 1436 muertes y en Alto Paraná 589 muertes, siendo las de mayor incidencia, pero durante este periodo, en todos los departamentos del país ocurrieron muertes por suicidio. Entre 2004 y 2022, 940 niños y adolescentes murieron por suicidio en Paraguay. Con edades entre 7 a 17 años. El 51,17 % eran hombres. Entre los 14 y 17 años de edad principalmente se dio las muertes por suicidio en población infanto-juvenil en el país 

Hay una tendencia creciente de suicidios en Paraguay. La predicción para los próximos 5 años en base a esta investigación es: 462 casos para el 2023; 479 para el 2024, 496 para el 2025 y 513 para el 2026,  información extraida de la Investigación realizada por la FCMUNA y presentada el 31 de marzo de 2023.

"A nivel mundial, el suicidio es la tercera causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años. En Paraguay, los grupos más vulnerables coinciden con la población estudiantil y jóvenes adultos, lo que exige estrategias preventivas específicas", señaló la especialista en psicología.
 
Señales de alarma a las que debemos estar atentos
Según fuentes como la OMS y literatura especializada, algunos comportamientos que pueden ser señales de alerta son:

Hablar sobre la muerte, deseos de morir o expresar que “no vale la pena seguir, que nada  ya  tiene  sentido” 

  • Ideación suicida, planificación o escrituras, cartas, mensajes  sobre el tema. 
  • Aislamiento marcadamente mayor de lo habitual
  • Desesperanza, sentirse atrapado, sin propósito 
  • Cambios extremos de ánimo con instantes de calma o alegría tras periodos de profunda tristeza 
  • Conductas impulsivas o de riesgo, como conducción temeraria 
  • Dar posesiones importantes, “poner en orden” asuntos personales 
  • Aumento en el consumo de alcohol o drogas, deterioro emocional evidente 

 
¿Cómo podemos  actuar ante  esta  problemática?  
“Por lo general, la persona “quiere dejar de sufrir pero muchas veces no sabe cómo”

"Lo importante  es saber  que  cualquiera de  nosotros puede realizar  una  primera  intervención.  Prestando atención y escuchando activamente, a quien expresa pensamientos negativos, pesimistas o suicida,  directa o indirectamente", resaltó. 

1. Evitar  subestimar, ni ignorar  estos  mensajes  o expresiones.  Abrir un espacio seguro y sin juicio para que la persona  pueda hablar, de lo que  esta  pensando o sintiendo.
2. Detectar señales de alarma y establecer un plan de seguridad junto con la persona (por ejemplo, quién llamar, qué hacer en crisis,  a esto  le  llamamos: Evaluación del riesgo, evitar  que la persona no tengo acceso fácil a elementos peligrosos que  pueda  utilizarlos para  hacerse daño.
3. Es  fundamental considerar que  uno  no está  sola o solo. Es  necesario  poder  revisar junto con la persona  su   red social o de apoyo: familiares, compañeros de trabajo, de  estudio,  amigos, ya que estos también  podrán acompañarlo en su  proceso de tratamiento.
4. Contactar a un profesional de salud mental, sea  un psicólogo o psiquiatra,  quienes  se podrán ocupar de la intervención en forma  profesional o especializada, conforme  amerite la  situación.  
5. La comunicación respetuosa  y afectiva se  torna  esencial durante el  acompañamiento. El utilizar por sobre todo términos que  represente  escucha, apoyo y acompañamiento.
6. El implementar campañas de sensibilización  en escuelas primarias, secundarias y universidades, con docentes y familias, centros  de ayuda, podrían considerarse   como los  mejores  recursos para romper  con los  tantos  mitos o estigmas que  se generan en torno  al suicidio. 

¡Dónde  podemos acudir? 
La prevención empieza con escuchar, conectar y actuar.
“Tu dolor es real, pero también es real la posibilidad de mejorar.”

  • Al Instituto de Previsión Social IPS 
  • A Salud Mental – CESI IPS 
  • Al Hospital de Clínicas de la UNA – Urgencias  Psiquiátricas 24 hs – San Lorenzo
  • Al Hospital Neuro Psiquiátrico 
  • A la Línea 155 – MSPBS 
  • Policía  Nacional: Línea 911

A cualquier Centro asistencial de salud y/o a cualquier persona  de  confianza. 

La Lic. Sosa enfatizó en "Reconocer las señales de alarma y responder con herramientas efectivas, atención cercana y redes de apoyo puede salvar vidas. Todos podemos ayudar,  desde nuestra familia,  escuela, trabajo, como profesionales, sin importar la especialidad".