Menu

Cambiar la narrativa: La prevención del suicidio como compromiso de todos

Hablar de suicidio no es hablar de muerte, sino de vida, acompañamiento y esperanza. El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026, “Cambiar la narrativa”, tiene como objetivo derribar barreras como el estigma, crear conciencia y consolidar una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio.

En este marco, la Dirección de Medicina Preventiva, a través del Departamento de Programas de Salud del IPS, impulsa acciones que ponen en el centro la importancia de escuchar, dialogar y cuidar la salud mental.

Educar para prevenir
La verdadera prevención comienza mucho antes de la crisis. A través de charlas en salas de espera, capacitaciones en escuelas y empresas, y actividades comunitarias, se busca ofrecer herramientas para reconocer emociones, manejar el estrés y saber pedir ayuda. Cambiar la narrativa significa hablar de salud mental con la misma naturalidad que hablamos de salud física.

Programas que generan impacto
Con iniciativas como el Previbus Escuela y el Previbus Empresa, se llega a estudiantes, docentes y trabajadores, promoviendo la empatía, el buen trato y la escucha activa. Cada encuentro es una oportunidad para sembrar conciencia y fortalecer redes de apoyo.

Acompañamiento en cada etapa de la vida
El Club Vida Plena representa un ejemplo de cómo la prevención también significa acompañar en la adultez mayor. Con actividades recreativas, físicas y educativas, se combate la soledad y se fomenta la integración, factores que protegen la salud emocional.

Escuchar salva vidas
Cambiar la narrativa implica entender que la prevención del suicidio no es solo tarea de especialistas: todos podemos ser agentes de esperanza. Escuchar sin juzgar, preguntar con interés genuino y brindar compañía son gestos sencillos que pueden marcar la diferencia.

Pedir ayuda es fortaleza
El mensaje central que impulsa la Dirección de Medicina Preventiva, a través del Departamento de Programas de Salud, es claro: buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de valentía. Reconocer que necesitamos apoyo abre el camino a la recuperación y al bienestar.