


El Instituto de Previsión Social (IPS) otorgó el beneficio de jubilación a Adriano Cabral, asegurado oriundo de Capitán Bado, quien luego de 39 años de trabajo inició el trámite y quedó gratamente sorprendido por la rapidez del proceso.
"Hablé con mi hijo, que me ayudó a hacer los trámites para la solicitud, y me dijo que viniera. Al principio no sabía para qué, pero después me dijo que era para retirar mi resolución de jubilación", dijo don Cabral. "Me dijeron que podían enviarme la resolución a mi correo, pero yo me quedé impresionado por la rapidez con la que salió; entonces quería venir personalmente, también me sorprendió el recibimiento que me dieron". "Estoy jubilándome después de 39 años de trabajo", expresó emocionado don Adriano.
El asegurado se acercó hasta el edificio Facundo Insfrán, donde fue recibido por la Abg. Dolores Alvarenga, jefa de Atención al Solicitante de la Dirección de Jubilaciones, quien hizo entrega oficial de la resolución, en compañía de sus familiares.
Es importante destacar que los trámites para acceder a la jubilación ordinaria en el IPS se realizan en un plazo máximo de 24 horas, de manera totalmente online desde la comodidad del hogar a través del aplicativo MI IPS, evitando gastos innecesarios a los asegurados que anteriormente tenían que trasladarse hasta la Capital para realizar la solicitud, no tiene costo alguno y las resoluciones son digitales, garantizando así agilidad, transparencia y seguridad a los asegurados en todo el país.
La historia de Don Adriano Cabral, un trabajador oriundo de Capitán Bado, nos recuerda el propósito fundamental de la seguridad social. Tras 39 años de trabajo y aportes constantes, Don Adriano no solo accedió a su merecida jubilación, sino que lo hizo en un tiempo récord de 24 horas, recibiendo su resolución con una agilidad que lo llenó de sorpresa y gratitud.
Su experiencia es un testimonio vivo del valor de la previsión. Aportar a la seguridad social es mucho más que una obligación; es construir un futuro de tranquilidad para nosotros y nuestras familias. Es la garantía de que, al final de nuestra vida laboral, el sistema estará allí para protegernos, permitiéndonos disfrutar de un retiro digno y seguro.
Así como Don Adriano, cada trabajador que hoy cotiza al IPS está sembrando para el mañana. Su esfuerzo no solo financia las prestaciones de salud y maternidad del presente, sino que asegura que, cuando llegue el momento, el fruto de toda una vida de trabajo se vea recompensado con la paz y la estabilidad que todos anhelamos. Sigamos fortaleciendo nuestro sistema de seguridad social, pues en él descansa la promesa de un bienestar común y un futuro más justo para todos.

