
Las vacaciones de invierno son una oportunidad ideal para el descanso y el disfrute en familia, pero para los niños alérgicos, requieren una planificación especial. Protegerlos de los cambios bruscos de temperatura usando abrigo adecuado, y evitar salidas inmediatas tras un baño caliente o actividad física, puede marcar la diferencia en su bienestar.
Aquí van algunas recomendaciones por parte del alergólogo Dr. Pedro Piraino jefe de Alergia y neumología del Hospital Central del IPS:
1. Evitar cambios bruscos de temperatura
- Usar bufandas, gorros y abrigo adecuado para proteger vías respiratorias.
- Evitar salir al exterior justo después de un baño caliente o ejercicio intenso.
2. Control ambiental en el hogar o lugar de vacaciones
- Ventilar los ambientes todos los días (idealmente al mediodía).
- Evitar estufas a gas o leña sin ventilación, ya que emiten partículas que pueden agravar alergias.
- Usar humidificadores solo si el ambiente es muy seco y se controlan bien los hongos.
3. Alergia a los ácaros del polvo
- Utilizar fundas antiácaros en almohadas y colchones si es posible.
- Lavar sábanas con agua caliente (60 °C) 1 vez por semana.
- Evitar peluches en la cama (lavarlos semanalmente si no se pueden quitar).
4. Cuidado con alimentos si hay alergias alimentarias
- Leer siempre las etiquetas, incluso en snacks “de vacaciones”.
- Informar a familiares o cuidadores si el niño está bajo su cuidado.
- Llevar siempre la medicación de rescate (antihistamínico o autoinyector de adrenalina si está indicado).
5. Alergia a medicamentos (si está diagnosticada)
- Llevar una copia del informe médico.
- Evitar automedicación.
- En caso de fiebre o enfermedad, consultar al pediatra o alergólogo antes de medicar.
6. Actividades al aire libre
- Si hay asma o rinitis, evitar parques al anochecer o temprano en la mañana cuando hay más humedad.
- Evitar fogatas o exposiciones prolongadas a humo de leña o brasero.
7. Llevar medicación habitual
- Inhaladores, antihistamínicos, autoinyector de adrenalina, etc.
- Armar un botiquín de viaje personalizado, y verificar la vigencia de los medicamentos.
8. Plan de acción ante emergencias
- Tenerlo por escrito y entregado a todos los cuidadores temporales.
- Enseñar al niño (si tiene edad suficiente) a reconocer síntomas de alerta.
9. Consultar al alergólogo antes del viaje
- Especialmente si el niño va a un entorno diferente (campo, montaña, casa de familiares).
- Evaluar si es necesario ajustar medicación preventiva.
Las consultas con un alergista pueden darse de lunes a viernes de 07:00 a 13:00 horas y de 14:00 a 20:00 horas. Los sábados se atiende de 07:00 a 13:00 horas y el agendamiento se realiza por call center y presencialmente por ventanilla.
Para culminar el Dr. Piraino concluyó; “Las vacaciones son para disfrutar, pero en niños alérgicos la prevención es clave. Con planificación y cuidado, pueden vivirlas con total seguridad”.