


En el marco del día internacional de la tierra, que se celebra cada 22 de abril, el Instituto de Previsión Social pone en valor el Parque de la Salud, un espacio natural emblemático ubicado en el barrio Santo Domingo de Asunción. Dirigido por la Lic. Rocío González, este parque no solo representa un respiro ambiental en medio del tejido urbano, sino también una iniciativa de salud pública con enfoque preventivo y comunitario.
El proyecto de creación del parque fue concebido en conjunto con la Municipalidad de Asunción el 9 de junio de 2005, con el objetivo de desarrollar un parque temático de la salud que, sin afectar su carácter de reserva técnica previsional, funcione como plataforma para programas regulares de promoción de la salud y medicina preventiva. Su inauguración oficial se dio el 14 de diciembre de 2007, bajo la presidencia del Ing. Pedro Ferreira al frente del Consejo de Administración del IPS.
“Con 19 hectáreas de extensión, el Parque de la Salud es considerado el segundo pulmón verde de la capital. Su diseño responde a una lógica integral de bienestar, promoviendo estilos de vida saludables, la convivencia pacífica y el intercambio generacional. Además, alberga seis hectáreas de vegetación virgen que fueron declaradas Reserva Natural, consolidando su valor ecológico y ambiental en una fecha clave como la de hoy”, expresó la Directora Lic. Roció González.
El espacio está abierto todos los días del año, con entrada gratuita, e incluye senderos iluminados, áreas de esparcimiento, un vivero de plantas medicinales, un biblioparque con más de 4.600 libros, gimnasio al aire libre, parque infantil y un puesto de salud con atención médica, nutricional y psicológica. También se dictan clases gratuitas de pilates y se brinda asistencia a los asegurados del IPS para gestiones jubilatorias, convirtiéndose en un modelo de servicio integral para toda la comunidad.
En este Día de la Tierra, el Parque de la Salud reafirma su rol como punto de encuentro entre el cuidado del medioambiente y el bienestar humano. Espacios como este demuestran que es posible armonizar la vida urbana con la naturaleza, y que proteger el planeta también implica crear entornos donde las personas puedan vivir, aprender y sanar en contacto con lo natural.