
En Paraguay, se estima que entre 45.000 y 133.000 personas están dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), una condición que cada vez se diagnostica con mayor frecuencia.
Intereses restringidos, rigidez en el comportamiento, uso de gestos en lugar de palabras, juegos solitarios y repetitivos…
Estas señales pueden ser los primeros indicios de TEA y merecen atención amorosa y profesional.
La Lic. Rossana Caballero, del Hospital Central del IPS, nos comparte su experiencia diaria: “Generalmente, cuando los padres llegan a consulta, ya tienen una sospecha. Lo que más les llama la atención es la escasez de socialización, el juego solitario, los intereses muy específicos como coleccionar solo autos o dinosaurios, el caminar de puntitas, el aleteo o las conductas repetitivas frente a emociones intensas, ya sea por alegría, enojo o frustración.”
El camino suele comenzar en el consultorio del pediatra, quien al observar ciertas señales, orienta a la familia hacia otros profesionales.
Así empieza un recorrido que puede incluir neurología, fonoaudiología, psicopedagogía, psicología y nutrición (muchos niños presentan selectividad alimentaria, prefiriendo solo pastas, arroz o evitando frutas por completo).
La Lic. Caballero también deja un mensaje lleno de esperanza: “El autismo es una condición que puede manejarse con paciencia, disciplina y mucho amor. Los resultados son asombrosos cuando se acompaña con empatía. Cada niño es único, y cada pequeño avance es una gran victoria.”
Cada niño con TEA tiene un potencial inmenso. Con el acompañamiento adecuado, pueden lograr grandes avances y llevar una vida plena.
En el Hospital Central del IPS contamos con psicólogas especializadas en autismo y las puertas están abiertas para recibir a todas las familias que necesiten orientación y apoyo.
La atención especializada está disponible:
Lunes a viernes de 7:00 a 20:00 horas.
Sábados de 7:00 a 13:00 horas.
A las familias: no están solas. Dar el primer paso puede cambiarlo todo.