
El poder reinterpretar las emociones como el enojo, la tristeza y la depresión, impacta en la salud física y emocional al fortalecer el sistema inmunológico, teniendo en cuenta que puede tener un efecto beneficioso en la salud física y emocional, reduciendo el estrés y la ansiedad.
Liz Aguiar, jefa del área de Psicología del IPS Ingavi, señala que son estados emocionales muy diferentes en términos de intensidad, duración e impacto en la vida diaria. Entender estas diferencias es clave para saber cuándo buscar ayuda profesional.
Desafortunadamente nuestra sociedad nos ha condicionado a reprimir nuestras emociones en lugar de expresarlas. Este enfoque puede alimentar el desarrollo de la temida depresión, ya que reprimir lo que sentimos en lugar de expresarlo, obstaculiza la capacidad de conectarnos con estas emociones, reconocerlas, gestionarlas y elaborarlas.
¿Qué es la tristeza?
Aguiar refiere que en el caso de la tristeza es una emoción normal y pasajera que surge como respuesta a una pérdida, decepción o situación difícil. Puede aparecer tras un evento específico, como la muerte de un ser querido, una ruptura amorosa o el fracaso en un proyecto importante.
Algunas características
• Es una reacción natural ante una situación adversa.
• Se puede identificar una causa concreta.
• No afecta significativamente la vida cotidiana.
• Tiende a disminuir con el tiempo y se alivia con distracciones, apoyo social o cambios de perspectiva.
¿Qué es la depresión?
En cuanto a la depresión es un trastorno del estado de ánimo que va más allá de la tristeza. No siempre tiene una causa evidente y afecta profundamente la vida de quien la padece, interfiriendo en su capacidad de trabajar, relacionarse y disfrutar de la vida.
Síntomas de la depresión:
- Tristeza persistente o sensación de vacío la mayor parte del día.
- Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras.
- Fatiga o falta de energía.
- Alteraciones en el sueño (insomnio o exceso de sueño
- Cambios en el apetito y el peso.
- Dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
- Sentimientos de culpa, inutilidad o desesperanza.
- Pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio.
Para que se diagnostique un trastorno depresivo mayor, estos síntomas deben estar presentes durante al menos dos semanas y afectar significativamente la vida diaria.
¿Cuándo tengo que buscar ayuda profesional?
Si la tristeza se prolonga en el tiempo y se disemina, se convierte en depresión, si interfiere con la vida cotidiana o si hay pensamientos de autolesión o suicidio, es fundamental acudir a un profesional de la salud mental.
La depresión no es simplemente “estar triste”, sino una condición seria que requiere atención y tratamiento adecuado es un trastorno que necesita tratamiento. Escuchar nuestras emociones y buscar ayuda cuando sea necesario es un acto de autocuidado y valentía.