




El departamento de Pediatría, servicio de Pediatría y área de Hemato-Oncología del Hospital Central llevó a cabo un acto de conmemoración a los pacientes, padres y familiares quienes luchan contra el Cáncer infantil en marco a que el 15 de febrero se recordó el día internacional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “cada año padecen cáncer unos 400 000 niños y adolescentes de entre 0 y 19 años”. Por lo tanto, al área cuenta con profesionales de blanco, quienes forman un vínculo muy cercano con los niños, niñas, adolescentes y sus familiares con el objetivo de acompañarlos en el tratamiento y en la estadía hospitalaria.
Primeramente, se realizó un acto de eucaristía en el cual se impartió unas palabras de amor al prójimo y dar fortaleza a uno de los grupos etarios más vulnerables como son los niños. Se homenajeó mediante un minuto de silencio a las personas quienes ya partieron y se brindó la santa bendición a los presentes.
Seguidamente, tanto el Dr. Hugo Martínez, director del Hospital Central como la Dra. Cristina Ghezzi, jefa del departamento de Pediatría dieron algunas palabras.
“Agradecemos a todos los profesionales médicos, personal de enfermería, pacientes y familiares, quienes son nuestra base por todo el trabajo realizado en el día a día” comentó el Dr. Martínez.
“Detrás de cada uno está una familia y tras cada familia se encuentra un profesional médico, médicos residentes, médicos internos, personal de enfermería y a su vez, los asistencias de limpieza. Todos los integrantes de este hospital están enfocados en trabajar para nuestros niños” destacó la Dra. Ghezzi.
La Dra. Irene Benítez, quien forma parte del área de HematoOncología Pediátrica señaló: “Realmente en este día queremos realizar un pequeño homenaje a nuestros niños y por sobre todo a las familias que comparten la lucha con nosotros y con sus hijos. Con el testimonio de estas madres podemos dar un mensaje de aliento para atravesar este duro camino”.
Una de las madres de un paciente resaltó: “Me gustaría dar al gracias a todo el plantel que nos acompañó desde el día 1. Creo que uno de los días más difíciles para las familias es ese día del diagnóstico”.
“Todos los días es una lucha constante y muchas veces son nuestros hijos los que nos dan fuerzas para ir adelante, pero se puede”.
“Agradecemos a los médicos y oramos para que siempre tengan ese corazón noble y a los licenciados de enfermería por estar muy de cerca con los chicos. Todos se convirtieron como en nuestra familia. Y acompañados con la fe, no paremos hasta llegar a la sanidad completa” finalizó la madre.