
El dolor de garganta es algo bastante habitual entre los pequeños de la casa, en verano, con los cambios de temperatura y los aires acondicionados; aunque eso sería más bien un tabú.
Sin embargo, a veces es complicado distinguir de qué se trata, ya que en ocasiones la amigdalitis, faringitis o laringitis pueden parecer iguales a simple vista.
El Dr. Miguel Pakravan, médico Pediatra del IPS Ingavi, explicó que la amigdalitis es un cuadro inflamatorio que puede ser o no infeccioso. En ocasiones, esta inflamación puede afectar también a las amígdalas, aunque no siempre.
¿Cómo saber si mi hijo tiene amigdalitis?
• Congestión nasal
• Molestias en la nariz.
• Molestias en la garganta.
• Dolor de garganta.
• Molestias para tragar líquidos.
• Dificultad para tragar líquidos o sólidos.
• Dolor al tragar la propia saliva.
• Fiebre que puede llegar a ser persistente.
• Tos seca o incluso con catarro.
• Cambios en el tono de la voz.
• Inflamación de los ganglios del cuello.
Para aliviar los síntomas de la amigdalitis
• Descansar
• Beber agua
• Tomar alimentos que alivien el dolor
• Hacer gárgaras con agua tibia con sal
• Tomar pastillas para chupar
• Usar un humidificador
• Evitar agentes irritantes
La importancia de la prevención
Como los gérmenes que provocan las infecciones virales y bacterianas son contagiosos, para prevenirlas se requiere una buena higiene.
Es por eso que los especialistas recomiendan lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño o antes de comer y, sobre todo, después de toser o estornudar. Si no se puede, es aconsejable llevar siempre desinfectantes a base de alcohol de manos.
Es importante, además, no compartir alimentos, vasos o cubiertos y evitar el contacto cercano con personas que puedan estar enfermas.
Entre otras recomendaciones el Dr. Miguel Pakravan subraya no automedicarse y acudir a la consulta ante los primeros síntomas.
28-01-2025
Departamento de Comunicación Social y Prensa