Cada 19 de noviembre, en el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual de Niños y Adolescentes, se hace un llamado global a la protección de los derechos de los menores, con el fin de crear conciencia y fortalecer la prevención de una de las violaciones más graves a su integridad y desarrollo
La Lic. Liz Aguiar jefa del área de Psicología del IPS Ingavi nos detalla estas alertas a tener en cuenta ante un posible abuso infantil; estas pueden ser sutiles pero cruciales para identificar y actuar a tiempo.
Estas señales reflejan el impacto emocional y mental que el abuso puede tener en el niño.
Aquí se presentan las principales:
Cambios en el Estado Emocional
Ansiedad Extrema: El niño puede parecer constantemente temeroso, inseguro o alerta sin una causa aparente.
Miedo Inusual: Desarrollo repentino de fobias o rechazo intenso hacia ciertas personas, lugares o situaciones.
Depresión: Persistencia de tristeza, falta de energía, desesperanza o llanto frecuente.
Irritabilidad o Cambios de Humor: Alternar entre emociones extremas como tristeza, enojo o euforia de manera inexplicable.
Sentimientos de Culpa o Vergüenza: Expresiones como “es mi culpa” o conductas de autocrítica excesiva.
Alteraciones en el Comportamiento
Regresión: Volver a comportamientos infantiles, como mojar la cama, chuparse el dedo o buscar protección excesiva en los adultos.
Aislamiento Social: Evitar interacciones con amigos, familiares o actividades que antes disfrutaba.
Conducta Agresiva o Autodestructiva: Rabietas frecuentes, agresión hacia otros o autoagresión, como cortarse o golpearse.
Fobia a la Escuela o Actividades Grupales: Negativa a asistir al colegio o participar en actividades sociales.
Indicadores de Estrés Traumático
Flashbacks o Revivencias: El niño parece revivir el abuso a través de recuerdos vívidos o reacciones emocionales intensas.
Pesadillas o Terror Nocturno: Dificultad para dormir por miedo o sueños perturbadores.
Hipervigilancia: Siempre alerta, como si esperara que algo malo suceda.
Reacciones Disociativas: Momentos en que el niño parece desconectarse de la realidad o quedarse “en blanco”.
Señales de Conductas Sexualizadas
Conocimiento Sexual Inapropiado para su Edad: Hablar o actuar de manera sexualizada sin haber tenido educación sobre el tema.
Juego Sexual Inusual: Representar actos sexuales en juegos, dibujos o comportamientos.
Masturbación Compulsiva: Conducta excesiva y poco adecuada para su nivel de desarrollo.
Alteraciones Cognitivas y Académicas
Dificultad para Concentrarse: Problemas para prestar atención en clase o durante actividades.
Bajo Rendimiento Escolar: Descenso repentino en las calificaciones o pérdida de interés en el aprendizaje.
Olvidos Frecuentes: Problemas de memoria que pueden estar relacionados con el estrés traumático.
Cambios en la Autoestima
Baja Autoestima: Expresiones de inutilidad, sentirse no amado o “malo”.
Miedo a Cometer Errores: Conductas perfeccionistas o evitación de riesgos por temor a represalias.
Autocrítica Excesiva: Ser demasiado duro consigo mismo o creer que no merece cosas buenas.
Qué Hacer Ante Estas Señales
La Lic. Aguiar aconseja estar atento y observar cambios en el comportamiento y estado emocional del niño creando un espacio seguro proporcionando confianza para que el niño pueda expresarse sin miedo y por supuesto buscar apoyo profesional contactando a un psicólogo o trabajador social especializado en abuso infantil.
Otra recomendación es realizar la denuncia en caso de sospecha razonable, notificar a las autoridades competentes para garantizar la seguridad del niño.
Estas señales no confirman el abuso por sí solas, pero juntas pueden indicar que el niño necesita ayuda urgente, por lo tanto se recomienda acudir a un psicólogo a fin de confirmar y actuar en consecuencia.