En esta fecha dedicada a reconocer el esfuerzo y sacrificio de aquellos que cuidan a personas con condiciones de dependencia, discapacidad o enfermedad crónica. Este día nos recuerda no solo la importancia del rol de los cuidadores, sino también la necesidad urgente de apoyarlos, teniendo en cuenta que su trabajo es clave para el bienestar de millones de personas en todo el mundo.
El trabajo de los cuidadores va más allá de las tareas prácticas: asi lo indica la Lic. Liz Aguiar Jefa del área de Psicología del IPS Ingavi; todo el compromiso que implica y esa entrega emocional y física constante dentro de un recinto hospitalario, teniendo en cuenta que cuidan de personas con diversas necesidades, ya sea a adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o con discapacidad, o niños con necesidades especiales.
A menudo, los cuidadores se enfrentan a jornadas largas, cambios en su vida social, limitación de su tiempo libre y un desgaste emocional profundo. De hecho, muchos cuidadores dedican más de 50 horas semanales al cuidado, y frecuentemente, este trabajo no es remunerado.
Además de familiares que asumen este rol por obligación moral y afectiva, también encontramos al personal de salud y a los cuidadores profesionales, quienes brindan atención formal a personas en diversas instituciones de salud, geriátricos, o en servicios domiciliarios.
¿Que es el Síndrome del cuidador?
Uno de los problemas más grandes que enfrentan los cuidadores es el llamado, una condición de agotamiento físico, mental y emocional, al dedicarse de forma prolongada y constante al cuidado de otros, los cuidadores pueden experimentar:
• Estrés y ansiedad: Al tener la responsabilidad de atender todas las necesidades de la persona a su cargo, pueden desarrollar altos niveles de estrés.
• Agotamiento físico: Las tareas del cuidado pueden ser físicamente demandantes, lo cual aumenta el riesgo de problemas de salud.
• Desgaste emocional: La carga emocional y el sacrificio personal puede llevar a un estado de agotamiento afectivo
• Aislamiento social: Al no disponer de tiempo suficiente, muchos cuidadores reducen sus interacciones sociales y su vida personal, incrementando el riesgo de aislamiento
Este desgaste también tiene un impacto negativo en las personas que reciben el cuidado. Cuando un cuidador está física o emocionalmente agotado, puede afectar la calidad del cuidado que brinda. Es por ello que, paradójicamente, el bienestar del cuidador es esencial para asegurar el bienestar de aquellos a quienes cuidan.
Algunas de las principales estrategias que recomienda la profesional de la salud mental para mejorar la calidad de vida de los cuidadores incluyen:
- Apoyo emocional y psicológico: Facilitar el acceso a servicios de salud mental y emocional para ayudar a los cuidadores a manejar el estrés.
- Respiro familiar: Disponer de servicios de reemplazo temporal para que los cuidadores puedan tener descansos
- Capacitación y formación: Ofrecer formación para que los cuidadores se sientan preparados y seguros en su rol
- Apoyo financiero: Crear políticas para brindar compensaciones o ayudas económicas a cuidadores familiares y profesionales
El lema “cuidarse para cuidar” resume la importancia del autocuidado para los cuidadores, un cuidador que se siente bien física y emocionalmente puede brindar una mejor atención y disfrutar de su rol sin descuidar su propio bienestar. Darse permiso para descansar, mantener relaciones sociales y apoyarse en redes de amigos y familiares no es egoísmo, sino una necesidad. Además, herramientas como la terapia psicológica, el ejercicio físico y el autocuidado ayudan a aliviar el estrés y fortalecer la resiliencia emocional.
El Día Internacional de las Personas Cuidadoras nos recuerda la importancia de cuidar a quienes dedican su vida a los demás. Ellos son el pilar que sostiene a muchas personas en momentos vulnerables y difíciles. Este día es una oportunidad para reconocer su labor y esforzarnos por crear un sistema de apoyo sólido que permita que los cuidadores puedan cuidar, pero también ser cuidados, respetados y valorados.
