En el Hospital Central la gran mayoría de los pacientes con la enfermedad de alzhéimer o trastorno de memoria consultan con los especialistas del Servicio de Neurología en el Centro de Atención Ambulatoria.
Todos los neurólogos están capacitados para atender esta patología para el diagnóstico y el tratamiento correspondiente.
Cabe señalar que el instituto posee todas las herramientas para llegar a un diagnóstico probable con una batería de test neurocognitivos por parte de los profesionales de Salud Mental de Centro de Especialidades de Salud Integral (CESI) así como los estudios de laboratorio y estudios de neuroimagen como la resonancia magnética.
En base a todo eso más el criterio médico del neurólogo se llega a un diagnóstico probable de enfermedad de alzhéimer que es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central.
“Con respecto a la medicación la previsional dispone de los medicamentos que se usan en etapas tempranas y mediana de la enfermedad, es importante recordar que los medicamentos no son para que el paciente tenga nuevamente su anterior vida, ya no va a recobrar la memoria que tenía anteriormente, pero lo que hace esta medicación es que la enfermedad avance un poco más lenta”, señaló el Dr. Aníbal Molinas, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Central.
¿Qué es la enfermedad de alzhéimer?
La enfermedad de alzhéimer no es una parte normal del envejecimiento. Es la demencia progresiva de causa desconocida más común (50 a 70% de todas ellas) que se caracteriza al inicio por la pérdida leve de la memoria de eventos recientes, conservando los recuerdos antiguos por más tiempo (se recuerdan más los eventos de la niñez y juventud, por ejemplo).
Con el avance de la enfermedad se van afectando paulatinamente el pensamiento, la atención, el reconocimiento, la compresión y las actividades de la vida diaria.
Una demencia es un conjunto de signos (lo que se observa) y síntomas (lo que se siente pero no es medible) por alteraciones en el área cognitiva del cerebro (conocimiento), los psicológicos, de conducta y por el deterioro en el funcionamiento cotidiano.
Algunos de los signos son los siguientes:
Cognitivos: Ocasionados por la afectación de las capacidades mentales o intelectuales que se manifiestan en la atención, el lenguaje, la lectura, la memoria a corto plazo o reciente y la orientación.
Psicológicos: como la depresión, la ansiedad, apatía, irritabilidad, alteraciones del apetito, alteraciones del sueño, euforia.
De la conducta: Es todo comportamiento que por la frecuencia, intensidad y duración afecta negativamente la vida de la persona afectada y sus relaciones. Esas pueden ser alucinaciones, deambulación errática, delirios, agresividad.
Alteraciones funcionales: Como la dificultad para administrar el dinero, pagar cuentas, movilizarse, comer, cocinar, es decir, pérdida progresiva de las capacidades para realizar tareas de la vida cotidiana.
Los tratamientos médicos en general mejoran la calidad de vida de las personas y sus cuidadores y aunque no hay una cura se busca atender tres áreas y lograr mantener las funciones mentales, todo lo que sea posible; atender y controlar los cambios en el comportamiento y retrasar el avance del deterioro que ocasiona la enfermedad y sus síntomas.