El cáncer de células renales (también llamado cáncer de riñón o adenocarcinoma renal) es una enfermedad en la que se encuentran células malignas o cancerosas que se originan en el revestimiento de los túbulos del riñón (en la corteza renal). El cáncer de células renales es responsable de un 2-3% de todos los tumores malignos en el adulto. Es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres. La mayoría de los casos se diagnostican entre la 4ª y la 6ª década de la vida (a partir de los 50 años de edad), pero se puede presentar a cualquier edad.
Cada 18 de junio se recuerda el “Día mundial del Cáncer Renal” a nivel global con el fin de visibilizar esta enfermedad, acerca de los factores de riesgo y de la importancia del diagnóstico precoz para dar tratamiento oportuno.
El cáncer de células renales se presenta frecuentemente de forma esporádica (sin antecedentes familiares) y raras veces forma parte de un síndrome hereditario (5% de los casos). No se han determinado las causas exactas de esta enfermedad, sin embargo, el hábito tabáquico (dobla el riesgo de desarrollar esta enfermedad), la exposición a ciertos productos químicos (cadmio, asbestos, petróleo), la obesidad, la enfermedad quística renal adquirida en pacientes sometidos a diálisis crónica (30% de estos pacientes desarrollaran un cáncer renal) y el uso indiscriminado de analgésicos (aspirina y fenacetina (en este caso más implicados en el desarrollo de cáncer de vías urinarias), se asocian con un incremento en la incidencia (número de nuevos casos por año) de esta enfermedad.
Factores genéticos: recientemente se han podido establecer las bases genéticas y moleculares de esta enfermedad.
Con los nuevos métodos diagnósticos hasta un 40% de los pacientes se diagnostican de manera casual de un tumor renal cuando se realizan una ecografía, una tomografía computarizada (TAC), un análisis de laboratorio que dé como resultado una anemia, entre otras razones. Se ha descrito como típica la asociación de presencia de sangre en la orina (hematuria), masa y dolor en costado, pero esta triple asociación tan solo está presente en un 10% de los casos. La hematuria aparece en más de la mitad de los casos, pero puede no ser visible y tan solo evidenciarse en un análisis de orina (hematuria microscópica). La anemia (descenso en cifras de Hemoglobina), fiebre y pérdida de peso son relativamente frecuentes en este tipo de tumores.
“En el Hospital Central, en el año 2023, se diagnóstico y se trató a 40 nuevos pacientes con diagnostico de Cáncer Renal. Como institución prestamos asistencia a una población de 100 pacientes al año, quien han sido diagnosticados en años anteriores y quienes vienen recibiendo tratamiento por la misma causa en las diferentes etapas de esta enfermedad con aumento significativo año por año” señaló la Dra. Eva Lezcano, jefa del Dpto. De Oncología del citado nosocomio.
Mencionó que en la institución, el cáncer renal, como en otros tipos de cáncer que se trata, la atención oncológica es un proceso multidisciplinario, el trabajo sistematizado entre las diferentes especialidades que intervienen en cada patología neoplásica concreta, en la definición de procedimientos, protocolos, en la valoración y en toma concreta de decisiones del paciente real, por lo que la labor asistencial es verdaderamente multidisciplinaria por lo que se ha establecido el COMITÉ DE URO-ONCOLOGIA para el manejo del cáncer renal como así también de otros tumores urológicos.
Los Servicios de Oncología Clínica y Servicio de Urología
- Los médicos especialistas del servicio de Urología.
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- Oncólogo radioterápico del servicio de Oncología.
- Médico especialista de cuidados paliativos del servicio de Oncología.
- Médicos especialistas del servicio de Patología
- Medico radiólogo del Dpto. del Centro de Diagnóstico e Imágenes.
Como método auxiliar de diagnóstico del cáncer renal, el IPS garantiza a sus asegurados con sospecha de esta enfermedad:
Ecografía abdominal: útil para identificar masas renales y distinguir si son de naturaleza quística (con contenido líquido) o sólidas.
TAC (Tomografía Axial Computerizada) con contraste: es el procedimiento de elección; se trata de un procedimiento mediante el cual se hacen una serie de fotografías detalladas del interior del cuerpo.
Es útil para detectar y evaluar masas renales, si existe infiltración de la vena cava inferior, así como si existe extensión a los ganglios linfáticos regionales.
RNM (Resonancia Nuclear Magnética): En el caso de que exista sospecha de infiltración de la vena cava inferior, esta técnica nos puede ayudar a evaluar la extensión de dicha infiltración.
Biopsia o punción-aspiración con aguja fina (PAAF): extracción de células o tejidos realizada para que un patólogo los observe bajo un microscopio y determine la presencia o no de células tumorales. Para llevar a cabo una biopsia del cáncer de células renales, se inserta una aguja delgada en el tumor y se extrae una muestra de tejido.
PET-TAC: con la tecnología más reciente se pueden hacer una PET y una TAC al mismo tiempo (PET/CT scan) servicio tercerizado que se realiza en La Costa y Cosas Thompson. Esto le permite al radiólogo localizar con mayor precisión anatómica las áreas de mayor captación (que sugieren un área de cáncer) en la PET, aunque no se trata de una técnica estándar y solo debe usarse en casos seleccionados.
Para tratamiento en el IPS, según criterio del Comité de Uro-Oncología y estadio clínico de la enfermedad: Nefrectomía radical o parcial, seguido de tratamiento sistémico con Inmunoterapia.