La primavera ha comenzado, y la Dirección de Meteorología ha anunciado un clima caluroso en la mayor parte del país. Se esperan temperaturas mínimas que oscilarán entre los 25 y 27 grados, mientras que las temperaturas máximas alcanzarán entre 39 y 41 grados, por ello el Instituto de Previsión Social recomienda consumir alimentos frescos y recién cocinados, así como mantener una hidratación adecuada con agua potable, especialmente para aquellos más vulnerables, como los niños menores de 5 años, las embarazadas y los adultos mayores, que son propensos.
Es esencial prestar atención a las enfermedades relacionadas con el calor, como el golpe de calor y la insolación, que pueden afectar gravemente a personas con condiciones físicas particulares, como enfermedades crónicas, discapacidades, niños, ancianos, embarazadas, entre otros.
A medida que la temperatura ambiente aumenta, el cuerpo se refresca mediante la evaporación del sudor. Sin embargo, en días calurosos y húmedos, esta evaporación es menos efectiva debido a la alta humedad, lo que puede llevar a un aumento peligroso de la temperatura corporal.
La insolación es una condición más grave que el golpe de calor y puede incluso ser mortal. Los síntomas incluyen confusión, convulsiones, coma y fiebre.
Algunas señales de enfermedad relacionada con el calor incluyen piel enrojecida, debilidad, dolor de cabeza, fiebre alta, mareos, calambres musculares, náuseas, vómitos y ansiedad.
Si sospechas que alguien tiene un golpe de calor, es crucial llevarlo a un lugar fresco y sombreado, ofrecerle abundante agua y líquidos (evitando el alcohol), y si no mejora en 30 minutos, buscar atención médica de urgencia.
La Lic. Edith Castiñeira, nutricionista del Departamento de Medicina Preventiva y Programas de Salud del IPS, brinda consejos para cuidarse:
• Personas con enfermedades crónicas deben tomar su medicación puntualmente y prestar atención a su alimentación e hidratación, incluyendo el consumo de frutas y verduras, las comidas sin excesos de aderezos.
• Permanecer en áreas con aire acondicionado cuando sea posible.
• Usar ropa holgada, de telas ligeras y colores claros.
• Protegerse del sol con sombrero o sombrilla y utilizar lentes de sol que te proteja de los rayos UVA y UVB.
• Aplicarse protector solar.
• Beber agua antes de actividades al aire libre y tomar líquidos regularmente.
• Programar actividades al aire libre en las horas más frescas del día. No exponerse al sol durante las 10.00 am y las 17:00 horas.
• Tomar descansos frecuentes durante actividades al aire libre.
• Consultar al médico sobre el calor si tienes una condición médica crónica.
• Es importante mantener una temperatura ambiente no menor a 20°C para evitar cambios bruscos al salir, ya que el cuerpo reacciona ante variaciones extremas de temperatura.
Además, si experimentas síntomas como calor extremo, enrojecimiento de la piel, mareos, cefálea, taquicardia, desorientación, sed intensa o fatiga, busca atención médica de inmediato, ya que cualquier complicación puede ser irreversible.