El Linfoma es una enfermedad que afecta directamente al sistema inmune, específicamente a las células conocidas como linfocitos, que desempeñan un papel crucial en la defensa del cuerpo contra infecciones. Estas células son una parte fundamental de los glóbulos blancos, nuestra primera línea de defensa.
En el Linfoma, las células linfocíticas se vuelven anormales y enfermas, ubicándose principalmente en los ganglios linfáticos, el bazo y el hígado, y en algunos casos, en otros órganos. Esta enfermedad se divide en dos categorías principales: el Linfoma de Hodgkin y el Linfoma No Hodgkin (la diferencia es el linfocito específico, siendo más peligroso el no Hodgkin).
En el año 2022, el Departamento de Hematología del Hospital Central del Instituto de Previsión Social atendió a aproximadamente 600 pacientes diagnosticados con Linfoma, convirtiéndolo en uno de los cánceres hematológicos más comunes en adultos. A nivel mundial, se diagnostican más de 800 mil casos nuevos de Linfoma cada año.
Es importante destacar que la consulta en el Departamento de Hematología se realiza mediante derivación médica. Los pacientes que requieran atención hematológica deben seguir estos pasos:
El paciente debe ser referido por un médico general u otro especialista que considere necesario que reciba atención en Hematología.
Una vez que se ha obtenido la derivación médica, el paciente debe dirigirse al Departamento de Hematología del Hospital Central, ubicado en el edificio principal, planta baja, pabellón 1 y agendarse por ventanilla de recepción. Es importante llevar consigo la derivación médica y cualquier documentación médica relevante, como resultados de análisis u otros estudios.
El IPS cuenta con Hematólogos en el Hospital Regional de Encarnación y en el Hospital Regional de Ciudad del Este (CDE). Por lo tanto, el paciente puede ser atendido en cualquiera de estos dos hospitales.
Este proceso garantiza que los pacientes que necesitan atención hematológica reciban la evaluación y el tratamiento adecuados por parte de especialistas en la materia. La derivación médica es fundamental para asegurarse de que se atiendan las necesidades específicas de cada paciente.
A pesar de su prevalencia, el Linfoma sigue siendo una enfermedad poco conocida. De hecho, más de la mitad de las personas que la padecen nunca habían oído hablar de ella antes de recibir el diagnóstico.
Síntomas de Alerta: “Escuchar a Tu Cuerpo”.
Para mejorar la detección temprana del Linfoma, es crucial conocer los síntomas de alerta:
- Sudoración profusa.
- Pérdida repentina de peso.
- Aparición de bultos en el cuello, ingle o axilas.
- Sensación febril o picazón inexplicable.
- Fatiga y dolor abdominal o aumento del tamaño del abdomen.
La importancia de un diagnóstico temprano radica en la efectividad del tratamiento. De hecho, el 98% de los Linfomas que se detectan en etapa inicial, identificada como etapa uno, son curables. Por lo tanto, estar atento a los síntomas y buscar atención médica temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico y la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad.
¡La detección precoz es la clave!