Con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, que se recuerda cada 12 se setiembre, en conmoración al primer donante de órganos del país, el Dr. Marco Aguayo, el Departamento de Trasplantes del Instituto de Previsión Social rinde un homenaje a todas las personas que independientemente de la edad, género o nivel social han hecho posible que la vida continúe para muchas otras personas.
La Dra. Elsa Escalante, Coordinadora de Trasplantes del IPS menciona que durante estos meses, debido a la pandemia ocasionada por el covid 19, la actividad de trasplante de órganos y tejidos, se ha visto mermada, pero no ha dejado de funcionar, ajustándose a estrictos protocolos y así dar respuestas a todos los pacientes en lista de espera de un órgano o tejidos.
Añadió que "es un día muy significativo que conmemora la generosidad de la sociedad y sus familiares; como dice el lema de este año ¡Yo dono, ellos viven, ama la vida!, y es por eso que la solidaridad es la mejor manera de ayudar a los que tenemos a nuestro alrededor, y de quien mejor podemos aprender el significado de solidaridad sino es de nuestros donantes”.
Una de las claves para seguir potenciando las donaciones es “ampliar las formaciones”, ya que según la doctora Elsa Escalante, coordinadora de Trasplantes, alrededor de las donaciones se esconden muchos mitos que deben de aclararse y sacarlos a la luz.
Más allá de los avances médicos, de infraestructura, el proceso de donación y trasplantes depende 100% de la sociedad, pues los donantes salen de la sociedad, por eso es importante que todos los paraguayos digan si a la donación de órganos y tejidos ya que el trasplante; para muchos enfermos es la única opción de mejorar su calidad de vida.
Todo lo que una persona necesita saber sobre ser donante
Ser donante es una decisión personal, es un acto altruista y gratuito en el que una persona viva o fallecida, cede uno o la totalidad de sus órganos para que otra pueda vivir o mejore su calidad de vida.
Es muy importante que el donante le cuentes a su familia y amigos su decisión y que ellos apoyen y respeten.
- Más personas a favor de la donación de órganos.
La negativa a la donación de órganos y tejidos disminuyó de 58,5 % a un 35,7%.
A favor de la donación de órganos. Esta cifra equivale a una mayor apertura a la donación por parte de la población, hace falta contar con más, pues cada día se suman más personas a la lista de espera y algún día podríamos ser nosotros o nuestros familiares.
- Que dice la ley
Según la ley, toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento. Si alguien no desea donar, debe manifestarlo por escrito al INAT.
Se recomienda conversar el tema en familia cuando se está́ sano. Así́, en caso de fallecimiento la familia sabrá́ la voluntad de la persona.
La voluntad de ser donante debe ser respetada por la familia.
- Edad o contraindicaciones para ser donante
No hay límite de edad para ser donante, cualquier persona puede serlo. Las únicas contraindicaciones son: tener infecciones graves no controladas o padecer cáncer con metástasis.
- Muerte encefálica
Es el fallecimiento de una persona, dado por el daño cerebral irreversible. Se produce como consecuencia de un paro circulatorio cerebral, las causas más frecuentes son los accidentes cerebro vasculares (ACV) y el traumatismo encéfalo craneano (TCE).
El diagnostico de muerte encefálica se realiza siguiendo un estricto protocolo clínico. La muerte encefálica la certifican dos médicos, al menos uno de ellos debe ser neurólogo, neurocirujano o Intensivistas. No pueden estar vinculados al equipo de trasplante.
-Los familiares del donante, ¿pueden conocer los nombres de los pacientes que reciben los órganos?
No. La donación es anónima, por tanto, la ley prohíbe entregar información que pueda relacionar a donantes y receptores.
-Donar en vida
Solo algunos órganos permiten este tipo de donación. El donante debe ser competente para decidir y tener más de 18 años.
En Paraguay está autorizado entre parientes consanguíneos o por adopción (padres, hermanos, hijos, cónyuges)
- Mitos sobre la donación de órganos
La decisión de ser donante es un gesto generoso, no obstante, existen mitos y desinformación que afectan esta decisión.
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Mito |
Realidad
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Es posible que no se esté́ realmente muerto cuando se diagnostica la muerte cerebral |
No. El paciente con diagnostico de muerte encefálica está fallecido, según criterios aceptados a nivel internacional.
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Si comunico que soy donante al llegar a un Servicio de Urgencia, no harán los esfuerzos suficientes para salvar mi vida. |
No. Los médicos trabajan siempre intentando salvar la vida de los enfermos. Solo se hará́ efectiva su voluntad de ser donante cuando esté fallecido (muerte encefálica). |
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Después de la extracción de los órganos y tejidos el cuerpo queda desfigurado.
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No. Una vez acabada la intervención se suturan las heridas y se cubren por lo que el cuerpo no se deforma ni presenta lesiones externas. |
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Si dono mis órganos, mi familia deberá́ costear los gastos de la operación. |
No. La ley establece que los gastos de la extracción de órganos serán costeados por el sistema público de salud. |
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Las religiones no aceptan la donación de órganos y tejidos |
No es cierto. La mayoría de las religiones del mundo, incluyendo la católica, cristinas, testigo de Jehová están a favor de la donación de órganos y tejidos y lo ven como un acto de amor y solidaridad hacia otro ser humano |
Un donante puede salvar ocho vidas, ya que puede donar hasta ocho órganos: corazón, dos pulmones, hígado, páncreas, dos riñones e intestinos, lo cual es el mejor ejemplo de dar vida después de la vida.
“Es importante alejar los prejuicios y temores sobre los trasplantes, pues ningún médico va a dejar morir a un paciente porque sea donante de órganos. Nuestra misión siempre es y será salvar vidas”, refirió la Dra. Escalante.
Debemos, realmente, reflexionar sobre este tema y entender que tenemos el compromiso de ayudar y que no hay regalo más valioso que el regalo de la vida.
Y finalizó diciendo que “brindar la esperanza de vida a otra persona es tan grandioso que ayuda a las familias a sanar el dolor del duelo y a aliviar la pena de haber perdido a un ser querido. Mitigar el padecimiento de otros ayuda a sanar la tristeza propia y nos hace receptores de un agradecimiento infinito”.
