El Dr. Juan Gabriel González Silvero, hepatólogo del Servicio de Gastroenterología y Endoscopia digestiva del Hospital Central del Instituto de Previsión de Social, comenta acerca de las formas de contagio, el tratamiento, el medicamento de esta patología así como la importancia de cuidarse durante esta pandemia del Covid-19.
La hepatitis
Se define como el proceso inflamatorio que afecta al hígado, se considera que si la inflamación dura menos de 6 meses es aguda y si se extiende más allá de este periodo de tiempo se considera una hepatitis crónica. Puede tener múltiples causas y dependiendo de estas gravedad variable.
En cuanto a las causas que provocan hepatitis son múltiples, pero las que siempre debemos conocer son los llamados virus de hepatitis, se han identificado varios y se los denomina con la letras del abecedario, son las hepatitis A, B, C, D y E. Y no olvidemos la hepatitis causada por otros virus como el dengue, muy frecuente en nuestro país; la fiebre amarilla y las causas no infecciosas como la hepatitis autoinmune, por fármacos, etc.
Formas de contagio
El virus de la hepatitis A se transmite por vía fecal-oral en general durante la infancia, y el virus de la hepatitis B es más complejo porque es de transmisión sexual frecuentemente; o por contacto de la piel lesionada con sangre contaminada; o perinatal. El virus de la hepatitis C también se transmite por la sangre o vía parenteral, y el antecedente importante es haber recibido transfusiones de sangre durante la década del sesenta al ochenta en general y conductas de riesgo sexual o uso de drogas ilícitas que impliquen el uso de jeringas. Y este virus es el que mayormente se cronifica.
Tratamiento
El tratamiento de la hepatitis aguda por virus es en general sintomático, una dieta liviana y reposo ; evitar alimentos con alto contenido graso para evitar el retraso del vaciamiento gástrico; y controlar la funcionalidad del hígado ya que hay un porcentaje que podría agravarse y requerir internación u otras terapias más complejas. Pero en general se resuelve en un par de semanas.
El problema se da con los virus B y C porque cierto porcentaje cronifican (aproximadamente el 85% del virus C y un 10-15% del virus B), es decir la infección se vuelve permanente y se extiende más allá de las seis semanas, y ahí la conducta cambia en cuanto al tratamiento. Es ahí donde se generan los inconvenientes porque son virus que pueden generar complicaciones, como la cirrosis y cáncer de hígado.
Por tanto el objetivo de la OMS es de llegar al 2030 con una importante disminución en la incidencia y mortalidad relacionada a estos virus, pero esto dependerá de la capacidad para el diagnóstico de los casos y del acceso a los esquemas de tratamiento.
Prevención
Se pueden citar muchas desde las medidas más simples como la correcta higiene de los alimentos, acceso a agua potable, mayor eficacia en el estudio de la muestras del banco de sangre, prácticas sexuales seguras, entre otras. Pero específicamente se cuenta con vacunas que protegen contra los virus A y B que son muy efectivas y seguras y estas vacunas deben estar disponibles en todos los vacunatorios del MSPyBS y de la red de hospitales del IPS.
Hepatitis y covid -19
El hígado es un órgano que puede estar afectado en los pacientes COVID-19 y la incidencia es variable. El daño ocurre con mayor frecuencia en los casos más severos y en los casos leves la afectación es transitoria. Y esto es debido a la presencia en el hígado y las células del epitelio biliar del ACE 2, el sitio de unión del virus dentro del organismo. El daño podría ser por efecto directo citopático o causado por la respuesta inflamatoria, sumado a eventuales efectos tóxicos de ciertos medicamentos y condicionado por la situación previa del hígado (si es cirrótico o con hígado graso, etc.)
Recomendaciones
Es importante la prevención de estas patologías para evitar complicaciones a futuro. Medidas higiénicas adecuadas y sobre todo la vacunación contra los virus cuyas vacunas están disponibles, la juventud debe cuidarse, hay circulando mucha hepatitis B entre ellos, por falta de cuidado y conocimiento, sumado al riego de contraer otras enfermedades como la sífilis o el V.I.H.
A las embarazadas hay que chequearlas para evitar la transmisión perinatal y adoptar las medidas preventivas correctas a tiempo.
