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Consejos en el “Día Nacional de Lucha contra la Obesidad”

Consejos en el “Día Nacional de Lucha contra la Obesidad”

El sobrepeso y la obesidad son una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, según sostiene la Organización Mundial de la Salud. Los profesionales afirman que los malos hábitos alimenticios favorecen el aumento de peso. La ingesta de alimentos ricos en grasa, el exceso de sal y azúcares simples (dulces, golosinas y tortas), junto con la inactividad física, contribuyen a un incremento considerable de la masa corporal.

Este “Día Nacional de la Lucha contra la obesidad”, La licenciada en nutrición del Instituto de Previsión Social, Nancy Ríos; nos brinda 8 consejos o hábitos que deberíamos seguir para combatir esta enfermedad:


1. Mantenerse activo: Actividad física. Mejora nuestro estado de ánimo, refuerza la autoestima y el autocontrol. Todo esto deriva en una reducción del estrés y la ansiedad. Además, fomenta un mejor control sobre la alimentación.   La OMS recomienda al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad vigorosa) para todos los adultos, y una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día para los niños y los adolescentes.
Actividades simples como subir las escaleras en lugar del ascensor o caminar hasta la tienda, nos pueden ayudar enormemente. Hay muchas maneras de practicar ejercicio: salir a caminar, correr, andar en bicicleta, nadar, hacer ejercicio en casa como yoga, etc.


2. Comer sano: En este contexto es importante hablar de los alimentos ultra procesados.
Los alimentos procesados son aquellos que han sufrido transformaciones respecto a su estado inicial y según cuanto hay sido manipulados por la industria, se clasifican en 3 grupos:
Alimento sin procesar o mínimamente procesados: casi sin cambios industrializados, su procesamiento prolonga la vida útil del alimento o mejora su sabor. Se incluyen frutas frescas, secas o congeladas; verduras, granos y leguminosas; frutos secos y semillas; carnes, pescados y mariscos; huevos y leche.
Ingredientes culinarios procesados: sustancias extraídas y purificadas por la industria como las grasas, aceites, sal y azúcares. No suelen consumirse solas y se utilizan para elaborar otros platos.
Alimentos procesados y ultra procesados: los alimentos procesados se elaboran al agregar grasas, aceites, azúcares, sal y otros ingredientes a los alimentos mínimamente procesados para hacerlos más duraderos y por lo general, más sabrosos. En este grupo hay panes y quesos simples; pescados, mariscos y carnes saladas y curadas; y frutas, leguminosas y verduras en salmuera, almíbar o aceite. Según la manera en que se preparen y se usen en las comidas, estos alimentos pueden contribuir a una alimentación saludable. Los alimentos ultra procesados son formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas. La mayoría de estos productos contienen pocos alimentos enteros, o ninguno. Vienen listos para consumirse, recalentar o reconstituir y requieren poca o ninguna preparación culinaria.
Los alimentos ultra procesados: Están nutricionalmente desequilibrados. Tienen un elevado contenido en azúcares libres, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra alimentaria, minerales y vitaminas, en comparación con los productos, platos y comidas sin procesar o mínimamente procesados. Estos alimentos, representan un riesgo para la salud humana por distintas razones. Tienen una calidad nutricional muy mala y por lo general, son extremadamente sabrosos, casi adictivos; imitan los alimentos naturales y se los ve erróneamente como saludables; fomentan el consumo de snacks; se anuncian y comercializan de manera agresiva en medios de comunicación; y son cultural, social, económica y ambientalmente destructivos.


Es fundamental reducir los alimentos ultra procesados en nuestra dieta y optar por cocinar y comer en casa. Esa la mejor manera de garantizar buenos nutrientes en la alimentación y así, proteger al cuerpo de enfermedades propias de los malos hábitos derivados de un estilo de vida poco saludable.


3. Controla tu peso: Si notas que estás comenzando a ganar, debes tomar las medidas apropiadas para perder ese peso.


4. Bebe agua: Se recomienda beber 8 o 10 vasos de agua al día, ya que el agua limpia y desintoxica todas las impurezas en nuestro sistema.


5. Realiza un chequeo médico: por lo menos una vez al año, para prevenir y/o controlar posibles complicaciones.


6. Realizar tres comidas principales: (desayuno, comida y cena) y 1 o 2 refrigerios.


7. Establecer un horario regular: de comidas y evitar comer fuera de los tiempos de comida u omitir alguna comida.


8. Verificar que no existan problemas de salud: que interfieran con el apetito o la alimentación.