Menu

11 de abril: “Por una etiqueta positiva en el Día Mundial del Parkinson”

11 de abril: “Por una etiqueta positiva en el Día Mundial del Parkinson”

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa progresiva del sistema nervioso central que afecta a las neuronas de ciertas regiones del cerebro conocidas como sustancia negra  produciendo especialmente  trastorno de los movimientos.

Los cuatro principales síntomas de la enfermedad de Parkinson son:

Temblor
El temblor asociado con la enfermedad tiene una apariencia característica. Típicamente, el temblor toma la forma de un movimiento rítmico hacia adelante y hacia atrás a una velocidad de 4-6 latidos por segundo. Puede involucrar el pulgar y el índice y parecer un temblor de "rodamiento de píldoras". El temblor a menudo comienza en una mano, aunque a veces se afecta primero un pie o la mandíbula. Es más obvio cuando la mano está en reposo o cuando la persona está bajo estrés. El temblor generalmente desaparece durante el sueño o mejora con el movimiento intencional. Por lo general, es el primer síntoma que hace que las personas busquen atención médica.

Rigidez
La rigidez, o resistencia al movimiento, afecta a la mayoría de las personas con enfermedad de Parkinson. Los músculos permanecen constantemente tensos y contraídos y la persona tiene dolor o se siente tiesa. La rigidez se vuelve obvia cuando alguien más trata de mover o extender el brazo de la persona. El brazo se moverá solamente en forma de trinquete, es decir, con movimientos cortos y espasmódicos conocidos como rigidez de "rueda dentada".

Bradicinesia
Esta disminución del movimiento espontáneo y automático es particularmente frustrante debido a que puede hacer que las tareas sencillas se vuelvan difíciles. La persona no puede realizar rápidamente movimientos rutinarios. Las actividades que antes realizaba de forma rápida y sencilla, como hacerse el aseo personal o vestirse, pueden tomar mucho más tiempo. A menudo hay una disminución de las expresiones faciales.

Inestabilidad postural
La inestabilidad postural, o deterioro del equilibrio, hace que las personas afectadas se caigan fácilmente. Una cantidad de otros síntomas pueden acompañar la enfermedad de Parkinson y algunos pueden tratarse con medicamentos o fisioterapia.

Depresión
Este es un problema común y puede aparecer en las primeras etapas de la enfermedad, aún antes de que se noten otros síntomas. Algunas personas pierden su motivación y se vuelven dependientes de los miembros de la familia. Afortunadamente, la depresión generalmente se puede tratar con éxito con medicamentos antidepresivos como la amitriptilina o la fluoxetina.

Cambios emocionales
Algunas personas con Parkinson se vuelven miedosas e inseguras mientras que otras se vuelven irritables o atípicamente pesimistas.

Dificultad para tragar y masticar
Los músculos que se usan para tragar podrían funcionar con menor eficiencia en las etapas tardías de la enfermedad. Los alimentos y la saliva podrían acumularse en la boca y el fondo de la garganta, lo que podría ocasionar ahogo o babeo. A veces, estos problemas también les dificultan obtener una nutrición adecuada a las personas con Parkinson. Los terapeutas del habla y del lenguaje, los terapeutas ocupacionales (que ayudan a las personas a aprender nuevas formas de realizar las actividades de la vida diaria) y los dietistas a menudo pueden ayudar con estos problemas.

Cambios en el habla
Cerca de la mitad de las personas con la enfermedad de Parkinson tiene dificultades para hablar. Estos problemas se suelen caracterizar por hablar en una voz muy bajita o en un tono monótono. Algunas pueden vacilar antes de hablar, arrastrar las palabras o hablar demasiado rápido. Un terapeuta del habla puede ayudar a estas personas a reducir algunos de estos problemas.

Problemas urinarios o de estreñimiento
Algunas personas con la enfermedad de Parkinson pueden tener problemas con la vejiga y el intestino. Estos problemas se deben al funcionamiento incorrecto del sistema nervioso autónomo, que se encarga de regular la actividad del músculo liso. Los medicamentos pueden tratar eficazmente algunos de estos síntomas.

Problemas de la piel
En la enfermedad de Parkinson, la piel de la cara se puede volver grasosa, particularmente la frente y los lados de la nariz. El cuero cabelludo también puede volverse grasoso y producir caspa. En otros casos, la piel puede volverse muy seca. Los tratamientos estándar para los problemas de la piel pueden ayudar.

Problemas para dormir
Los problemas para dormir son comunes en la enfermedad de Parkinson e incluyen dificultad para permanecer dormido por la noche, sueño intranquilo, pesadillas y sueños emotivos y somnolencia o inicio súbito del sueño durante el día. Otro problema común es el trastorno de comportamiento relacionado con el sueño de movimiento ocular rápido (REM, por sus siglas en inglés), en el que las personas realizan o actúan físicamente sus sueños, lo que podría resultar en que se lesionen a sí mismas o a cualquier persona que comparta su cama. Los medicamentos que se usan para tratar la enfermedad de Parkinson pueden contribuir a algunos de estos problemas del sueño. Muchos de estos problemas responden a las terapias específicas.

Demencia u otros problemas cognitivos
Algunas personas con enfermedad de Parkinson pueden presentar problemas en la memoria y pensamiento lento. Los problemas cognitivos se agravan en las etapas tardías de la enfermedad, y se podría hacer un diagnóstico de demencia por enfermedad de Parkinson. Esta demencia puede afectar la memoria, la manera cómo la persona forma su opinión de los demás (juicio social), el lenguaje, el razonamiento u otras habilidades mentales. Actualmente no hay manera de detener este tipo de demencia, pero los medicamentos como la rivastigmina, el donepezil o la memantina podrían ayudar. Los medicamentos que se usan para tratar los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson pueden causar confusión y alucinaciones.

Hipotensión ortostática
La hipotensión ortostática es una caída súbita de la presión arterial que se produce cuando una persona se pone de pie de una posición acostada o sentada. Puede causar vértigo, mareos y, en casos extremos, pérdida del equilibrio o desmayo. Los estudios han sugerido que en la enfermedad de Parkinson, este problema se produce por una pérdida de las terminaciones nerviosas en el sistema nervioso simpático que controla la frecuencia cardiaca, la presión arterial y otras funciones automáticas del cuerpo. Los medicamentos que se emplean para tratar la enfermedad de Parkinson también pueden contribuir a este síntoma. La hipotensión ortostática puede mejorar si se aumenta la ingesta de sal. Los médicos que tratan el trastorno pueden reducir la dosis del medicamento para la hipertensión o recetar medicamentos como la fludrocortisona.

Calambres musculares y distonía
La rigidez y falta de movimiento normal asociados con la enfermedad de Parkinson a menudo causan calambres musculares, especialmente en las piernas y los dedos de los pies. Los masajes, las elongaciones y aplicar calor pueden ayudar con estos calambres. La enfermedad de Parkinson también puede asociarse con distonía, es decir, con contracciones musculares sostenidas que causan posiciones forzadas o retorcidas. Las fluctuaciones en el nivel de dopamina en el cuerpo a menudo son la causa de la distonía en la enfermedad de Parkinson. Las estrategias para controlar la enfermedad pueden involucrar el ajuste de los medicamentos.

Dolor
Muchas personas con la enfermedad de Parkinson tienen dolor de los músculos y las articulaciones debido a la rigidez y a las posturas anormales a menudo asociadas con la enfermedad. El tratamiento con levodopa y otros medicamentos dopaminérgicos suelen aliviar estos dolores hasta cierto punto. También pueden ayudar ciertos ejercicios.
Fatiga y pérdida de energía. Muchas personas con la enfermedad de Parkinson a menudo sienten fatiga, especialmente al final del día. La fatiga puede estar asociada con depresión o los trastornos del sueño, pero también puede ser el resultado del estrés muscular o de hacer demasiada actividad cuando la persona se siente bien. La fatiga también puede deberse a la acinesia, es decir, los problemas para iniciar o realizar un movimiento. El ejercicio, los buenos hábitos del sueño, el mantenerse mentalmente activo y el no hacer demasiadas actividades en un período corto de tiempo pueden ayudar a aliviar la fatiga.

Disfunción sexual
La enfermedad de Parkinson puede causar disfunción sexual debido a sus efectos sobre las señales nerviosas del cerebro. La depresión relacionada con la enfermedad de Parkinson o el uso de ciertos medicamentos también pueden causar disminución del deseo sexual y otros problemas. Las personas deben consultar estos temas con el médico porque es posible tratarlos.

Importante conocer
La edad promedio de inicio es de 60 años, y la incidencia aumenta significativamente con la edad. Sin embargo, alrededor del 5 al 10 por ciento de las personas con enfermedad de Parkinson tiene una enfermedad de “inicio temprano” que comienza antes de los 50 años de edad.
El Instituto de Previsión Social en el consultorio de Neurologia trata a todos los pacientes que acudan por síntomas de Enfermefad de Parkinson
En la mayoría de los casos, no hay forma de predecir o prevenir la enfermedad de Parkinson esporádica. Sin embargo, los investigadores están buscando un biomarcador, es decir, una anormalidad biológica que compartan todas las personas con Parkinson, que podría ser detectado con técnicas de evaluación o con una prueba química simple administrada a las personas que todavía no tienen síntomas parkinsonianos. Esto podría ayudar a los médicos a identificar a las personas con riesgo de tener la enfermedad. También puede permitirles encontrar tratamientos que detengan el proceso de la enfermedad en las etapas tempranas. Los estudios demostraron que la sinucleína se acumula en las células nerviosas años antes de que aparezcan los síntomas. La pérdida del sentido del olfato, el estreñimiento, las piernas inquietas y el trastorno del sueño por movimiento ocular rápido posiblemente son causados por estos primeros cambios.
El Dr. Donoband Melgarejo médico neurólogo comentó que el tratamiento que se realiza en el servicio de Neurologia son con fármacos, recomendaciones de fisioterapia y adecuación del estilo de vida.

Consejos Médicos del Neurólogo:
1) Expresar todas las dudas y preocupaciones
Es esencial que el paciente y la familia estén bien informados sobre la enfermedad. En caso contrario “se sentirá más abrumado que la persona que conoce qué le está pasando y porqué se producen los síntomas que tiene”. Por ello, Mansilla insta a trasmitir a los expertos todas las dudas y preocupaciones.

2) Relacionarse con otras personas con Parkinson
No están solos. El que se relacionen con otras personas en su misma situación y participen en las terapias que ofrecen las asociaciones les ayuda al afrontamiento y a verse en un papel activo frente a su enfermedad.

3) Buscar apoyo psicológico si es necesario
No hay que descuidar el aspecto psicológico de la enfermedad. El Parkinson puede dar paso a la depresión, apatía, ansiedad, trastornos del control de los impulsos, alucinaciones, etc. “Son síntomas relacionados con la propia patología y con la toma de medicación antiparkinsoniana”, comenta la enfermera.

Insiste en que la persona afectada y la familia deben conocer estos síntomas. “Solo así pueden tener un mejor control y pueden tomar decisiones”.
Alguna de estas decisiones recomendadas incluyen buscar apoyo psicológico, participar en terapias de relajación y otro tipo de terapias complementarias, etc.

4) Acudir a terapias rehabilitadoras
Las terapias rehabilitadoras o complementarias como la fisioterapia, la logopedia o terapia ocupacional, son muy importantes para conservar el mayor tiempo posible las habilidades motoras.

En las terapias se trabaja:

✅La reeducación postural.
✅La deambulación para prevenir caídas.
✅La psicomotricidad para realizar tareas de precisión, como coger los cubiertos o escribir.

5) Caminar marcando el paso
Cuando el paciente se bloquee a la hora de iniciar la marcha, “puede ser útil que otra persona que camina junto a ellos les marque el paso, como si fuera una marcha militar”.

6) Comer recto y con los brazos apoyados
Cuando se comienzan a tener problemas con la deglución, es importante formar al cuidador para prevenir complicaciones.
“El paciente debe comer recto y con los brazos apoyados en la mesa. Se puede jugar con diferentes texturas si hay problemas de atragantamientos con líquidos. En caso de que el acompañante le dé de comer, debe hacerlo frente al paciente para que este no tenga que girar la cabeza”

7) Adaptar la casa a las nuevas necesidades
El paciente necesitará hacer cambios como colocar agarraderas en el baño, eliminar obstáculos de los pasillos y objetos innecesarios que le dificulten la deambulación, adaptar la ropa y la vajilla para fomentar su autonomía, etc.