
23 de diciembre 2025 - 09.40 hs
Las fiestas de fin de año suelen ser momentos de celebración y encuentro familiar. No obstante, para muchos niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) estas fechas pueden representar un desafío, debido a la sobreestimulación sensorial y a los cambios bruscos en las rutinas habituales.
En ese sentido, desde el Hospital Central del Instituto de Previsión Social, se comparten una serie de recomendaciones dirigidas a las familias, con el objetivo de favorecer el bienestar de los niños durante estas celebraciones. Asimismo la previsional a la campaña nacional TEApy dominada “más luces menos ruido” que promueve una celebraciones inclusivas, responsables y respetuosas con las personas con hipersensibilidad sensorial.
El doctor José Medina, integrante del equipo de Neuropediatría Infantil del Departamento de Pediatría, explicó que “los niños con TEA suelen presentar una mayor sensibilidad a los estímulos sensoriales, por lo que situaciones habituales de las fiestas, como ruidos intensos, luces fuertes o reuniones numerosas, pueden generar ansiedad y desregulación conductual”.
Evitar ruidos intensos y fuegos artificiales
Los ruidos fuertes y repentinos, como petardos, bombas y fuegos artificiales, pueden provocar miedo, angustia o crisis sensoriales. Al respecto, el Dr. Medina señaló que “la hipersensibilidad auditiva es una de las dificultades más frecuentes en niños con TEA, por lo que se recomienda evitar el uso de fuegos artificiales en el entorno familiar y buscar espacios tranquilos y seguros”.
Cuidar las luces y los estímulos visuales
Las luces intermitentes y decoraciones muy brillantes también pueden resultar abrumadoras. “Es importante reducir los estímulos visuales intensos y permitir que el niño se retire a un lugar más calmo cuando lo necesite, sin forzarlo a permanecer en situaciones que le generan malestar”, indicó el especialista.
Mantener las rutinas en la medida de lo posible
Los cambios bruscos en los horarios, especialmente en relación con el sueño, pueden afectar el equilibrio emocional y conductual. Según el Dr. Medina, “respetar las rutinas de descanso es fundamental, ya que la falta de sueño puede aumentar la irritabilidad y las dificultades de regulación emocional”. En caso de modificaciones, recomendó anticipar los cambios con explicaciones simples y progresivas.
Cuidar la alimentación
Durante las fiestas suele incrementarse el consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados. “Una alimentación inadecuada puede influir negativamente en la conducta y el descanso del niño, por lo que se aconseja mantener, en lo posible, una dieta similar a la habitual”, sostuvo el neuropediatra.
Anticipar y acompañar
Explicar previamente qué sucederá durante la celebración, quiénes estarán presentes y cómo se desarrollarán las actividades ayuda a disminuir la ansiedad. “Anticipar, acompañar y respetar los tiempos del niño es clave. No se debe forzar la participación, sino priorizar su bienestar y sus necesidades sensoriales”, enfatizó el Dr. Medina.
Finalmente, desde el Hospital Central del IPS se recuerda que generar un ambiente previsible, tranquilo y comprensivo puede marcar una gran diferencia. Las fiestas también pueden convertirse en un momento de bienestar cuando se prioriza el cuidado, la empatía y el acompañamiento familiar.

