Menu

La hepatitis viral y las enfermedades que causa

Cada  28 de julio, la Organización Mundial de la Salud conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis,  para concienciar y comprender mejor la hepatitis viral y las enfermedades que causa. Esta fecha conmemora el natalicio del profesor Baruch Samuel Blumberg, Premio Nobel, descubridor del virus de la hepatitis B.

Hay cinco tipos de virus de la hepatitis: A, B, C, D y E. Todos los virus de la hepatitis pueden causar infección aguda e inflamación del hígado, pero la infección con los virus de la hepatitis B, C y D  pueden provocar hepatitis crónica que puede derivar en cirrosis y cáncer de hígado.

“Las hepatitis virales B y C representan importantes problemas de salud y son causas fundamentales de cirrosis hepática y cáncer de hígado. Se estima que millones de personas a nivel mundial viven con hepatitis B y  con hepatitis C. La mayoría de estas personas desconocen su infección y continúan siendo portadoras del virus. Por lo tanto, presentan un alto riesgo de desarrollar una enfermedad hepática crónica grave y pueden transmitir el virus a otras personas sin saberlo”, señaló el Dr. Gabriel González, gastroenterólogo y hepatólogo del Servicio de Gastroenterología del Hospital Central.

¿Qué es la hepatitis?
Es la Inflamación del hígado, determinada por una alteración en los valores del  hepatograma y que puede manifestarse clínicamente generando pesadez en  el abdomen, sensación febril, náuseas y un cambio en la coloración de la piel y los ojos, tornándose amarillenta.

“Esta última condición se conoce como ictericia, o en nuestra jerga nacional como “tiricia” o “py a ruru”. Pero también puede ser totalmente asintomática y pasar desapercibida”, indicó el Dr. González.

Pueden tener múltiples causas, entre ellas las causas virales que ya se han mencionado pero también pueden producirse por medicamentos, hierbas o infusiones, ingesta de  bebidas alcohólicas, autoinmunes u otros virus como el virus del dengue o chikungunya.

La forma de transmisión para el virus de hepatitis A y E,  es la vía Fecal-oral, es decir, por  agua o   alimentos  contaminados.  Algunos tipos de Virus E también se comportan como una Zoonosis.

El virus de la Hepatitis B, es una enfermedad predominantemente de transmisión sexual, aunque también pueden tener otras  vías de transmisión, como la transfusión de sangre o hemoderivados sin un estudio adecuado pretransfusional, o el uso de instrumental médico sin la adecuada esterilización, o por  el uso compartido de instrumental  con potencial cortopunzante o no esterilizados, como en barberias, sitios de instalación de dispositivos tipo piercing o tatuajes y  que pudieran generar cortes o lesiones  que puedan  ocasionar heridas  sangrantes  que tomen contacto con el virus.

“También es muy importante  mencionar la transmisión vertical de la madre al hijo durante el embarazo y el parto, por lo que es necesario que todas las embarazadas realicen las pruebas de serología para virus  B y C, a fin de detectar a tiempo y establecer mecanismos de prevención de dicha transmisión. El virus C comparte las mismas vías de transmisión,  aunque se destaca la vía transfusional o el uso compartido de material cortopunzate como jeringas en población de riesgo como usuarios  de drogas de uso parenteral”, mencionó el especialista.

La gravedad de las hepatitis, sobre todo las generadas por los virus B y C, radica en su  capacidad de circular durante mucho tiempo en la sangre o volverse crónicas, y con el riesgo de generar una cirrosis hepática y un cáncer de hígado, de ahí la importancia en su detección y adecuado tratamiento para evitar dichas complicaciones.

Como medidas de prevención, es importante la vacunación universal para los virus de las Hepatitis A y B, las cuales son las que disponen de vacunas preventivas y seguras. Además del adecuado estudio  pretransfusional de la sangre y hemoderivados en las unidades de  medicina transfusiónal.

La correcta esterilización de instrumentales médicos, y las medidas y políticas de salud pública para evitar transmisión por agua o alimentos contaminados.

Durante  cualquier consulta de control con su médico de cabecera, debe realizarse dentro de sus análisis de rutina, un hepatograma, ya que muchas veces, las enfermedades del hígado pueden ser totalmente asintomáticas y la única manera de clínicamente sospecharla, es a través de los análisis de sangre.

Finalmente, dijo “los esfuerzos para combatir la hepatitis viral deben centrarse en aumentar la concienciación sobre la enfermedad, mejorar la prevención promoviendo la vacunación, las prácticas sexuales seguras y las prácticas de inyección seguras, y garantizar el acceso equitativo a las pruebas y el tratamiento para todos los que lo necesiten”.

El Día Mundial contra la Hepatitis brinda una oportunidad para intensificar los esfuerzos nacionales e internacionales en materia de hepatitis, alentar la acción y la participación de las personas, y destacar la necesidad de una mayor respuesta mundial. El objetivo es ambicioso: eliminar para el año 2030 las infecciones por los virus B y C.