El invierno puede ser un desafío para los adultos mayores, ya que el frío y los cambios en la rutina pueden afectar su salud y bienestar. La Dra. Ana González, geriatra de la Policlínica del IPS Ingavi y también integrante del staff de profesionales del Club Vida Plena ofrece algunos consejos para ayudar a los adultos mayores a afrontar el frío de manera segura y saludable.
¿Cómo debemos alimentar a nuestros adultos mayores?
La profesional recomienda alimentos ricos en nutrientes es fundamental mantener una dieta sana y equilibrada, rica en vitaminas y nutrientes que aporten suficiente energía calórica y proteínas.
- En el hogar mantener una temperatura adecuada, especialmente en la habitación donde el adulto mayor pasa más tiempo.
- La calefacción tratar de encender cuando sea necesario y evitar el uso excesivo de braseros.
"Protegerse del frío en la calle" es importante abrigarse adecuadamente antes de salir a la calle y evitar la exposición prolongada al frío. Evitar salir en horas extremas intentar no salir a pasear durante las horas más frías del día.
Actividades físicas
- Realizar actividades físicas moderadas, como pasear en centros comerciales o lugares cerrados, para mantener la rutina activa y regular la temperatura corporal.
- Utilizar ropa abrigada y adecuada para el frío, cubriendo las zonas más expuestas como las manos, los pies, la cabeza y el cuello.
Cuidado de la piel
- Hidratar la piel ya que el viento y el frío pueden resecar la piel, por lo que es importante hidratarla correctamente con cremas y productos adecuados.
Medicación y vacunación
- Medicación habitual: no olvidar la medicación habitual, ya que el frío puede afectar la presión arterial y otros aspectos de la salud.
Vacunación: es importante vacunarse contra la influenza y el COVID-19 para prevenir enfermedades graves.
¿Los adultos mayores muchas veces no sienten sed y más tratándose de esta estación fría Dra. González?
Si. No olvidar la hidratación ya que se asocia con una serie de trastornos conocidos como desequilibrio electrolítico que pueden ocasionar problemas del corazón alteraciones neurológicas mal funcionamiento de todo el organismo deterioro cognitivo confusión aguda caídas estreñimiento e incluso la muerte.
Gonzalez menciona que en realidad la temperatura del cuerpo no cambia a causa del envejecimiento lo que si se detecta es un deterioro para regularla y también para adaptarnos a las diferentes temperaturas.
Este deterioro se debe a otros aspectos propiciados por el envejecimiento como la perdida de la grasa subcutánea la mayor fragilidad capilar y la menor capacidad de transpiración.
Por todo ello los adultos mayores sienten más frio incluso cuando la temperatura es suave además perciben de forma intensa el sobrecalentamiento por lo que es posible que no desarrollen fiebre en caso de sufrir una infección.
La especialista pone énfasis a no olvidar la medicación habitual con el frio pueden haber picos de presión alta y la vacunación oportuna para la influenza y el Covid 19
En definitiva aunque combatir el frio pueda resultar complicado se trata de atenuar sus efectos y evitar que afecte al bienestar de las personas mayores a través de actividades adaptables espacios bien acondicionados y el apoyo necesario; el consejo médico oportuno es posible transformar el invierno en una temporada agradable y llena de oportunidades para mantenerse activos y socializar.

