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La decisión de no tener hijos ¿Por qué cada vez menos personas optan por esa elección?

La decisión de no tener hijos ¿Por qué cada vez menos personas optan por esa elección?

En la actualidad es cada vez más común que los jóvenes retrasen o incluso renuncien a la maternidad y la paternidad, una tendencia que ha llegado a Paraguay.

¿Cuál es la razón?
Un análisis desde la perspectiva psicológica con la Lic. Liz Aguiar jefa del área del IPS Ingavi. En estos tiempos se da este fenómeno refiriendo que responden a una combinación de varios factores tales como económicos, sociales, mentales y personales que influyen en la decisión de las personas de no tener hijos o de postergar la maternidad y paternidad.

La misma señala que este cambio significativo en los patrones de natalidad y la decisión de no tener hijos, antes eran consideradas poco común, pero se ha vuelto cada vez más frecuente entre jóvenes adultos y parejos consolidados en la actualidad. 

¿Cuáles son esos factores psicológicos que influyen en la decisión de no tener hijos?
Por ejemplo el miedo a perder la autonomía personal muchas personas asocia la maternidad o paternidad con la renuncia a sus proyectos, libertad y estilo de vida. La idea de una “vida sin hijos” se percibe como una forma de proteger la propia individualidad, cuidar la salud mental y evitar una carga emocional excesiva.

Otro factor seria la ansiedad por el futuro y sobrecarga emocional esa incertidumbre social, las crisis económicas y la inestabilidad laboral generan un contexto que incrementa la ansiedad existencial. Muchos se cuestionan si es ético o responsable traer niños a un mundo con tantos desafíos, y este temor puede ser paralizante.

También las historias personales no resueltas situaciones de adultos que vivieron infancias difíciles o traumáticas temen repetir los patrones de crianza disfuncionales y entonces la paternidad se convierte en una amenaza más que en una elección deseada, y muchas veces se evita para no revivir heridas del pasado.

La idealización del rol parental idealizar y sobreexigirse a ser madres y padres. Esto genera una presión desmedida sobre la crianza “perfecta”, y muchas personas sienten que no están a la altura emocional ni psicológica de semejante tarea, lo cual termina desmotivando su deseo.

Y últimamente las prioridades personales y redefinición del éxito la profesional manifiesta que hoy, el éxito personal no necesariamente pasa por formar una familia. Es darse tiempo a uno mismo viajando, desarrollarse profesionalmente, emprender o disfrutar de vínculos afectivos sin el deseo de procrear, son también metas válidas y satisfactorias.

¿Entonces cómo acompañar estas decisiones desde la Psicología?
Desde la psicología, no se trata de promover la maternidad o la paternidad como obligación, sino de acompañar procesos de reflexión profunda y sin juicio. Cada decisión debe ser respetada. 

Explorar las verdaderas motivaciones: ¿La persona no quiere hijos por convicción o por miedo? ¿Hay heridas emocionales que condicionan la elección? Trabajar estos aspectos ayuda a decidir con mayor libertad.

Desmitificar la perfección: Ayudar a las personas a comprender que no existe la maternidad ni paternidad ideal. Educar sobre la crianza consciente y realista puede aliviar ansiedades anticipatorias.

Trabajar la historia familiar: Muchas veces, la decisión de no tener hijos está cargada de dolor no elaborado. La terapia puede ser un espacio para resignificar esa historia y sanar.

La profesional recomienda que aquí lo importante es validar otras formas de realización  fundamentalmente  reconocer que una vida sin hijos también puede estar llena de sentido, y que la plenitud se encuentra en elecciones coherentes con los propios valores, no con mandatos sociales.

La decisión de no tener hijos no es superficial ni egoísta: es un reflejo de una sociedad en cambio y de individuos que buscan construir sus vidas de forma más consciente. 

En el área de Psicología del hospital IPS ingavi podemos ofrecer contención, reflexión y herramientas para que cada persona tome decisiones libres, informadas y saludables, ya sea para maternar, paternar, o no hacerlo, finalizó Aguiar.